Un reciente estudio de la NASA confirmó que el planeta Tierra perdió su simetría y se está oscureciendo poco a poco. ¿Cómo se traduce esto?

Una investigación de la Agencia Espacial estadounidense publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences concluyó que la Tierra ya no refleja luz solar de manera equilibrada entre hemisferios. El norte perdió la capacidad de reflejar energía hacia el espacio más rápido que el sur.
Los especialistas analizaron 24 años de observaciones satelitales para comprobar la diferencia en el proceso que lleva el nombre de Simetría hemisférica en el albedo.
¿Cuáles son las causas?
La principal causa de que la Tierra esté perdiendo la capacidad de reflejar la radiación solar tendría que ver con el cambio climático, según los investigadores del estudio.
“Se observaron todo tipo de cosas en observaciones y simulaciones que tienden a sugerir que esta simetría hemisférica es una propiedad fundamental del sistema climático, pero nadie encontró un marco teórico ni una explicación para ello”, afirmó Norman Loeb, físico del Centro de Investigación Langley de la NASA, quien dirigió el nuevo estudio. “Siempre observamos, pero no lo explicamos completamente”.
La Tierra se está oscureciendo poco a poco. Foto ilustrativa de New Delhi, India. Foto: REUTERS
Cabe destacar que, por ejemplo, la pérdida de hielo marino y nieve en el Ártico, que reflejan luz solar, deja expuestas áreas oscuras que absorben más calor.
La absorción de radiación, a su vez, es reforzada por el aumento de vapor en la atmósfera.
Y, si bien se trata de una buena noticia, la reducción de la contaminación industrial en Europa, Estados Unidos y China también hizo que disminuyeran las partículas en suspensión que incrementan el reflejo solar.
Aunque la diferencia entre la capacidad de reflejo actual y la de antes del estudio de la NASA es mínima, la conclusión de la investigación da cuenta de que el fenómeno puede tener efectos acumulativos a largo plazo.
¿En qué afectará a los humanos?
“La suma de todas estas piezas da como resultado esta tendencia», concluyó Loeb. “Pero lo que me resultaba misterioso era que las nubes no compensaban. Si esta simetría hemisférica es una propiedad fundamental del sistema, las nubes deberían proporcionar más reflexión en el hemisferio norte para compensar las propiedades no nubosas. Y no lo veo, al menos, todavía no”.
Una foto satelital del planeta Tierra. Foto: REUTER
La pérdida de simetría podría influir -aunque muy lentamente- en las frecuencias de las olas de calor, el derretimiento de los glaciares y la distribución de lluvias (la Zona de Convergencia Intertropical, región donde se concentra gran parte de las precipitaciones del planeta, se desplazó hacia el norte, lo que podría modificar el flujo de agua en América Central, África subsahariana y el sudeste asiático).
Con estas conclusiones, la NASA sostiene que el sistema climático del planeta puede modificarse y apartarse de lo esperable.
Mientras tanto, Loeb y sus colegas planean continuar monitoreando la asimetría con CERES -un programa de los noventa- e investigando sus causas con modelos climáticos más sofisticados.